Bueno después de haber
dormido alredor de unas cinco horitas, era hora de levantar: las 5 de
la mañana. El vuelo salia a las 6 45 de Loiu (el aeropuerto de
Bilbo) y por lo tanto había que estar sobre las 6 menos algo para no
tener problemas con el equipaje.
Desayunar y para el
aeropuerto con todos los bartulos. Como ya comenté el otro día, el
peso de la maleta no me convencia, y estaba seguro de que me iba a
tocar pagar algo. Por si acaso, ibamos con un trolley preparado, y si
pasaba que la maleta pesaba mas pues tocaba sacar cosas de la maleta.
Lo ocurrido al poner la
maleta sobre la cinta lo voy a resumir con las palabras de la mujer
que nos ha atendido muy amablemente: “Hay que tener cuidado con el
peso eee!!!”. Ese ha sido el momento en el que nos hemos hecho los
loc@s como si con nosotr@s no fuera la cosa. Por lo menos, la mujer
se ha portado y ha metido la maleta para dentro. Un problema menos.
A continuación, me he
despedido de ama y aita, y ha empezado el show del control. Claro, yo
voy con mi portátil más una mochilla llena de papeles, comida,
cargadores... y sin olvidar la chaqueta en la mano. Pues bien, el
segurata que pasa el billete por la maquina dice: “Si tienen
portátil en bandeja a parte”. Adiós he pensado yo. Total que me
juntado en un tita con tres bandejas: una con el portátil, otra con
la mochila y otra el maletín del portátil. La chaqueta encima de
una de estas ha ido. Pues con este panorama, he metido las bandejas
en la cinta como he podido, mientras la pareja que estaba al lado se
reía, bueno miento, se descojonaba de la situación.
Por lo menos no he pitado
y he podido pasar sin problemas, aunque claro, a la hora recoger los
bártulos, pues más cachondeo todavía.
La ruta de hoy era la
siguiente: Bilbao- Frankfurt y después Frankfurt Bilbao. Total que
para las 12 tenía que estar ya en Noruega.
Pues por increíble que
parezca, así ha sido. El vuelo Bilbao-Frankfurt ha ido perfecto,
desayuno con una especie de sándwich incluido. El gran miedo era,
que este se retrasase y con ello que el vuelo Frankfurt-Bergen
despegara sin mí. Conociendo lo gigante que es el aeropuerto de
Frankfurt y teniendo en cuenta que “solo” había una hora de
diferencia...
Pero como ya he dicho, los
horarios se han cumplido y he encontrado la puerta de embarque sin
problemas. Solo ha habido un pequeño percance, gracias al cual unn
consejo: si estais en frankfrut buscando la puerta de embarque,
mientras os meais y veis un baño, entrad. A mi me ha pasado hoy, que
he visto un baño, pero he pensado: “Bueno busco la puerta que
seguro que hay uno al lado.” Pues no señor@s, así que otra vez
vuelta para atrás 10 minutos cargado de bártulos y con unas ganas
de mear....
Bergen-Frankfurt se me ha
hecho bastante corto, entre la medio cabezadita que me he echado y el
libro que iba leyendo... Esta vez ha tocado un cruasán relleno de
chocolate para desayunar, desde luego estos de Lufthansa se portan.
El aeropuerto de Bergen me
ha parecido bastante pequeñito la verdad, aunque vete a saber...
igual solo he pisado una de las terminales. A la vuelta tendré que
informarme con más exactitud.
No estoy acostumbrado a
que la maleta salga en la segunda ronda, pero sorprendentemente así
ha sido. Ahora tocaba buscar el autobús y tirar para Bergen.
No ha sido nada difícil
encontrar el autobús, sencillamente porque estaba justamente en la
puerta. Primera anécdota del viaje: el inocente de mí, le dice al
chófer que voy a la estación de autobuses con un billete de 50NOK
en la mano, que ya me parecía bastante dinero. Pues imaginaros la
cara de idiota que se me ha quedado cuando me dice...”Sorry, for
the Bus Station 100NOK”. Empezamos bien, 10 minutos en Noruega y ya
me estoy arruinando. :O
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