Primer sábado en Noruega y con sol,
había que aprovecharlo sí o sí. Rosa y Anschi vieron el otro día
que había la oportunidad de coger unas canoas en el lago que hay en
el monte Floyen. Lo más importante de esto, es que es GRATIS, si
GRATIS, así que para algo que no hay que pagar hay que aprovechar.
Total, que hemos quedado a las 10:30 en
nuestra concurrida cocina con todo el mundo para tirar para allí.
Hemos cogido el Bybanen y nos hemos puesto en camino a la montaña.
Una vez hemos empezado a subir se han
hecho pequeños grupos, ya que cada uno va a su ritmo. Esta vez no
hemos seguido el camino del otro día gracias a mí, que me he
equivocado de camino y he cogido otro distinto... :O Pero bueno, lo
importante es que al final hemos llegado al mismo mirador del otro
día, y por supuesto nos hemos sacado un par de fotos más.
En la última de las fotos, estoy con
el pañuelo de fiestas del Puerto Viejo de Algorta, las mejores de
todo el verano. Desgraciadamente, este año me ha tocado vivirlas
desde la distancia, pero el pañuelo aquí está conmigo. :( Para
el que no lo sepa, en estas fiestas fue donde se inventó el
“Kalimotxo”, y no estoy de broma eeee!!!! Buscadlo en internet.
:)
Bueno, pues a unos 5 minutos del
mirador se encuentra un lago en el que se pueden coger las piraguas
sin pagar una sola corona. Éramos 9, el número perfecto para coger
tres canoas y hacer un rato el idiota.
Ha llegado la hora de comer, y lo que
hemos hecho a sido una especie de picnic con pollo, pan, patatas,
sándwiches, fruta... Menudo banquetete que nos hemos montado!!!
jujuju Había que aprovechar el solecito y el estar al lado del lago
ayuda mucho a estar a gusto.
Nos hemos tumbado un ratín al sol,
hasta que, Ancho ha dicho para dar una vuelta por los alrededores. Yo
me he apuntado en seguida, pero nadie más estaba por la labor, así
que nos hemos ido los dos a explorar un rato. Hemos encontrado el
camino para subir otra de las montañas que rodea Bergen, a ver si el
tiempo nos sigue acompañando, y la podemos subir pronto. Con la
tontería habremos estado nuestra hora y algo entre árboles.
Al llegar de nuevo al campamento base,
hemos decidido bajar ya para abajo y poquito a poquito tirar para
casa. En esta decisión no contábamos con Nikola, que cuando íbamos
a coger el camino directo para bajar, ha propuesto coger el del lado
contrario. Al parecer, el otro día el bajo por ahí. Un huevo,
total, que hemos tardado una hora y cuarto en bajar hasta abajo.
Tengo que aceptar que ha sido
divertido, además de haber tenido unas vistas espectaculares. Ha
llegado un momento en el que nos hemos metido en medio de una fiesta
familiar y nos han saludado todos con mucha alegría mientras nos
indicaban el camino que teníamos que seguir.
Gran día de hiking, aunque he acabado
algo cansado, sobre todo las piernas, una duchita y como nuevo. =)
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