Ultimas horas en casa...

Es increíble, como pasa el tiempo y no te das ni cuenta. Todavía recuerdo el día en el que mande las asignaturas a la Universidad de Bergen para que me las aceptaran, allá por Abril, y resulta que mañana ya cojo el avión...

La verdad es que estos dos últimos días han sido pura locura, porque como no, lo he preparado todo a última hora. Aunque fui haciendo una lista con todo lo que se suponía que iba a llevar, no me puse hasta ayer ala tarde, si 48 horas antes del viaje, a preparar la maleta. Creo que llevo todo lo necesario, incluido algo de comida, pero como siempre, también estoy seguro de que algo se me olvidara. Se supone que solo puedo llevar 23 kilos de peso, pero sinceramente, me parece que algo me va a tocar pagar. :O

Por otro lado, todo el lío de los papeles: que si el boarding del avión, los papeles de la residencia, el como llegar a la residencia, a por las llaves de esta... todo mapas y tropecientos mil folios, total para acabar perdiéndome en Bergen con el maletón de los supuestos 23 kilos, más la mochila y el portátil. Suena divertido verdad??? No adelantemos acontecimientos, eso lo dejo para mañana, que estoy seguro que tendré mucho que contar.

Hoy ha vuelto a ser día de despedidas. Por un lado de los amigos más cercanos, es decir, la cuadrilla. Aunque no hemos estado todos, porque algunos están por su pueblo y otros por Europa visitando familiares, nos lo hemos pasado muy bien nuestro último día juntos. Hemos organizado una comida rica rica en el txoko.  El txoko es una especie de local donde nos juntamos para hablar, jugar a la x-box, cartas... vamos, donde pasamos gran parte de nuestra vida. Cada uno ha llevado algo de comer, y entre una cosa y otra, nos hemos juntado con un huevo de comida:

Después de comer y jugar un par de partidillos al FIFA ha tocado la despedida. Un par de abrazos y palmaditas en la espalda... y para casa, que había que despedirse de amama. 

También he recibido un par de llamadas de gente que está bastante lejos de aquí como de familiares para despedirse y desearme suerte en esta aventura, para la cual ya solo me quedan un par de horitas...

Bueno ya son casi las 23:30 y es hora de ir a la cama, que mañana el vuelo es a las 7 de la mañana y toca madrugar. En principio, no tendré internet hasta dentro de un par de días, pero espero encontrar algún sitio con WiFi para poder conectarme.