Pues
después de casi tres semanas en Algorta, al final ha llegado la hora
de volver a Bergen. Está claro que me apetece mucho volver y seguir
con la increíble experiencia que estoy viviendo, pero tengo que
admitir que algo de pena también me ha dado.
Ayer
fue día de despedidas, tanto de familia como de amigos. Visité a
mis compañeros de la banda de la Musika Eskola de Getxo, porque
entre una cosa y otra, no me había podido reunir con ellos en todas
las vacaciones. Estuvo bien, aunque faltó bastante gente debido a
los exámenes. (Esto de no tener que dar un palo al agua en Navidad
no ha estado nada mal :) ). Después, casi toda mi cuadrilla estaba
esperándome en el txoko para despedirnos. :(
Al
igual que al ir por primera vez para Bergen, el viaje ha tenido dos
partes: Bilbao-Frankfurt, y Frankfurt Bergen. Como no podía ser de
otra manera, ha sido pura aventura.
Para
empezar bien el día, los ordenadores de los mostradores de Lufthansa
se han vuelto locos, y se ha formado una cola enorme. Total, que ha
llegado la hora de embarque, y más de la mitad (o incluso más) del
pasaje estaba en la cola. El vuelo salía a las 6:50 y yo he
facturado sobre las 6:40 o así.
Me
he despedido de ama y aita, y ahora tocaba pasar el control. Sencillo
no?? Pues no. He metido tres bandejas, una con el portátil y otras
dos con el maletín-mochila del portátil y la otra con la mochila de
viaje. Pues en la primera mochila, algo no le ha gustado al Guardia
Civil que miraba lo que había dentro en la pantallita:
-Caballero,
que lleva usted aquí?
-Pues
el ventilador del portátil.
-Vale,
muy bien.
Por
supuesto lo ha abierto y mirado, pero no ha acabado ahí el registro,
ya que faltaba la otra mochila.
-Lleva
líquidos?
-No.
-De
acuerdo, espere ahí un momento.
Y
me han llevado al cuartito de al lado!!! Se ha puesto los guantes y
me ha abierto la mochila, y me ha sacado los cargadores y los
chorizos... No sé que arma pensaba que llevaba en la mochila, como
no le pegué un chorizazo a la azafata...
Y
claro, me ha sacado todo, lo ha intentado volver a meter y no le
cerraba. Será torpe. “Caballero, cierre la mochila, y ya se puede
ir”. Joder se puede ir, que he entrado al avión el tercero por la
cola. El más tonto y tocapelotas de todos me ha tenido que tocar.
Así
que claro, todos los sitios para meter el equipaje de mano ocupados,
pues en mi asiento los he tenido que meter!! Ni moverme podía!!! Dos
mochilas, la riñonera, la chaqueta y el jersey. :O Por lo menos, mis
compañeras de viaje han sido bastante majas, y hemos estado hablando
durante un buen rato. Una trabaja en Frankfurt y la otra se iba para
Los Angeles a trabajar también. Ya sabéis, que eso de la movilidad
entre los jóvenes está de moda.
Carmen
viajaba conmigo en el mismo vuelo, pero sentados en distintos sitios.
Así que al llegar al aeropuerto de Frankfurt, la he esperado donde
nos ha dejado el bus, ya que yo iba en el primero y ella en el
segundo. Madre mía, un cuarto de hora para ir desde donde nos ha
dejado el avión hasta la terminal, como para tener prisa. Una vez
que nos hemos encontrado, hemos ido a la puerta, y por supuesto
mientras esperábamos nos hemos tomado un capuchino de esos de las
máquinas gratuitas. :)
El
vuelo Frankfurt-Bergen a trascurrido sin ningún problema ni retraso,
así que hemos llegado en hora al aeropuerto. Una vez hemos cogido
las maletas, la idea principal era coger el Skyss Bus, ya que aunque
haya que hacer trasbordos, lo tenemos pagado y de esta forma nos
ahorramos 50NOk.
No
nos sabíamos los horarios del bus, así que hemos estado como 30-40
minutos esperando en la parada con la esperanza de que apareciera,
pero nada. Al final, nos hemos decidido por coger el Flybussen hasta
Lagunen y de ahí el Bybannen hasta Fantoft.
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Sweet Home.