martes, 22 de abril de 2014

Bare Jazz

En una de la guías que cogí en la biblioteca había un apartado donde se mencionaban  distintos bares curiosos que se podrían encontrar en Oslo, y el “Jazz Bar” me  llamó la atención.

No soy un fanático del Jazz, pero sí de la música en general, por lo que la idea de tomarme un café en un bar escuchando jazz me pareció perfecta, estando seguro de además el sitio merecería la pena.

No me equivocaba en nada. En cuanto encuentras el bar y te adentras por el pequeño callejón en el que se encuentra, ya sabes que te va a gustar. Desde luego daban ganas de quedarse sentado en la terraza. Hacía fresquillo, así que la idea ha quedado descartada en un pis-pas.

Una vez que entras, te das de bruces con una increíble exposición de discos. Un paraíso para los amantes de este género, que estoy seguro se podrían pasar horas en busca de alguna reliquia. Nosotros, echamos un pequeño vistazo y nos fuimos para el piso de arriba.


En piso superior es donde está el bar, y aunque los precios no son como en casa, había que tomarse un café aquí sí o sí. Nos hemos decantado por un capuchino, que estaba riquísimo, eso sí, 32 coronas que nos ha costado: 4 euros!!! Mejor no pensarlo.

Había una batería preparada en una esquina, y aunque no sea un sitio muy grande, si se agradece la continúa música ambiente de jazz no me quiero ni imaginar como será sentarte a tomar algo ahí con música en directo. Una verdadera gozada seguro.

Un bar que recomiendo, acogedor y con un ambiente que da gusto.




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