sábado, 15 de febrero de 2014

A vueltas con el coche I

La esencia de noruega son los paisajes: llenos de cascadas y fiordos impresionantes. Como las chicas venían pocos días se me ocurrió la idea de alquilar un coche y dar una vuelta por algunas de las ciudades y pueblos cercanos a Bergen. Todo ha sido una aventura.

La oficina del centro de Bergen, la cerraban demasiado pronto para poder alquilar el coche desde allí, por lo que tomé la decisión de irlo a buscar al aeropuerto, ya que eso nos daba la opción de pasar más tiempo en el centro y cenar tranquilos.

Pues bien, ayer fuimos Patxi y yo a por el coche hasta el aeropuerto, primera aventura con el coche. Aunque habíamos cogido GPS, el cabrón de él no encontraba Fantoft. Al principio habíamos pensado que igual era porque tenía que coger la señal, pero una mierda, hemos tenido que llegar guiándonos por nuestra orientación hasta la residencia. Nos ha recordado a nuestra carreras en el instituto cuando hacíamos orienting, buenos años. jajajaja Eskerrik asko Ander eta Alberto.

Sabíamos más o menos como llegar, pero nos hemos equivocado en una de las salidas y acabamos casi en el centro. Menos mal que encontramos un parking en el que pudimos dar la vuelta. Lo único que nos fastidiaba de esta vuelta tonta, era gastar gasolina a lo tonto. Al final, hemos conseguido llegar sanos y salvos.

Mario se nos ha unido a la expedición de los vascos, y aunque nos hemos tenido que levantar bastante pronto, hemos salido más o menos a la hora prevista.

Ayer a la noche, Patxi y yo nos dedicamos a programar el GPS, y no es por echarnos flores, pero lo hemos hecho perfecto. :) Uno de los objetivos era no coger ningún ferry para nada. Una de las razones era conducir al lado de los fiordos y poder admirarlos de cerca, y otra no de menos importancia, para ahorrarnos el pastizal que cuestan.



Nuestra primera parada en principio era “Eikelandsosen”. Es un pueblo que está entre dos fiordos, así que me pareció una idea bonita ir a visitarlo. Mientras nos hemos dirigido para allí, nos hemos parado en bastantes sitios. Lo bueno de las carreteras que hemos cogido ha sido que casi todas eran secundarias, por lo que en muchos sitios había una especie de salientes en los que podíamos dejar el coche sin molestar.

 


Todo iba perfecto, hasta que el GPS nos quería meter por una carretera en la que había una señal, en la que claramente no podíamos pasar.Tanto el piloto como el copiloto íbamos a seguir adelante, ya que no se veía la carretera cortada. Menos mal que las mujeres han usado la cabeza, y nos han hecho parar y preguntar.
Hemos bajado del coche y hemos parado varios coches para que nos explicaran que ponía exactamente en la señal. Efectivamente, la calle estaba cortada y había que coger otra ruta.

Una pareja nos ha comentado la ruta que teníamos que seguir. la ruta buena y corta. Lo habíamos mirado en el GPS, pero nos ponía 6 horas para llegar, lo que significaría que nos quedarse son luz, sin ver el fiordo y habernos comido los mocos. Lo de bajarse ha sido una buena idea.

Hemos vuelto a retomar el camino, parándonos en otro alto para hacer un hamaiketako y coger fuerzas para seguir. Un vez que llegamos a “Eikelandsosen” tengo que admitir, que no parecía el pueblo tan encantador como en Google Maps. El viaje hasta allí fue muchísimo más bonito que el pueblo en sí. Aún así, un par de vueltas a dimos. Se puede resumir en: un aparcamiento para caravanas, una gasolinera, un post-office, y un centro comercial desierto. Esto último, me supongo que estaba cerrado por ser domingo, aunque vete tú a saber.

 

 


 

 

 


Nuestra siguiente parada ha sido una iglesia Vikinga que está a las afueras del pueblo. No tenía ni idea de donde estaba, ya que sabía de su existencia por haber buscado en internet. La hemos encontrado y otro paseíto.  Hemos visto un lago a poca distancia, y aprovechando que teníamos coche, pues nos hemos ido para allí también. El nombre del lago es “Berhovdatjørna”.


                                              

 

 

 

 

 





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