domingo, 12 de enero de 2014

Vuelvo para Bergen

Pues después de casi tres semanas en Algorta, al final ha llegado la hora de volver a Bergen. Está claro que me apetece mucho volver y seguir con la increíble experiencia que estoy viviendo, pero tengo que admitir que algo de pena también me ha dado.

Ayer fue día de despedidas, tanto de familia como de amigos. Visité a mis compañeros de la banda de la Musika Eskola de Getxo, porque entre una cosa y otra, no me había podido reunir con ellos en todas las vacaciones. Estuvo bien, aunque faltó bastante gente debido a los exámenes. (Esto de no tener que dar un palo al agua en Navidad no ha estado nada mal :) ). Después, casi toda mi cuadrilla estaba esperándome en el txoko para despedirnos. :(

Al igual que al ir por primera vez para Bergen, el viaje ha tenido dos partes: Bilbao-Frankfurt, y Frankfurt Bergen. Como no podía ser de otra manera, ha sido pura aventura.

Para empezar bien el día, los ordenadores de los mostradores de Lufthansa se han vuelto locos, y se ha formado una cola enorme. Total, que ha llegado la hora de embarque, y más de la mitad (o incluso más) del pasaje estaba en la cola. El vuelo salía a las 6:50 y yo he facturado sobre las 6:40 o así.

Me he despedido de ama y aita, y ahora tocaba pasar el control. Sencillo no?? Pues no. He metido tres bandejas, una con el portátil y otras dos con el maletín-mochila del portátil y la otra con la mochila de viaje. Pues en la primera mochila, algo no le ha gustado al Guardia Civil que miraba lo que había dentro en la pantallita:

-Caballero, que lleva usted aquí?
-Pues el ventilador del portátil.
-Vale, muy bien.

Por supuesto lo ha abierto y mirado, pero no ha acabado ahí el registro, ya que faltaba la otra mochila.

-Lleva líquidos?
-No.
-De acuerdo, espere ahí un momento.

Y me han llevado al cuartito de al lado!!! Se ha puesto los guantes y me ha abierto la mochila, y me ha sacado los cargadores y los chorizos... No sé que arma pensaba que llevaba en la mochila, como no le pegué un chorizazo a la azafata...

Y claro, me ha sacado todo, lo ha intentado volver a meter y no le cerraba. Será torpe. “Caballero, cierre la mochila, y ya se puede ir”. Joder se puede ir, que he entrado al avión el tercero por la cola. El más tonto y tocapelotas de todos me ha tenido que tocar.

Así que claro, todos los sitios para meter el equipaje de mano ocupados, pues en mi asiento los he tenido que meter!! Ni moverme podía!!! Dos mochilas, la riñonera, la chaqueta y el jersey. :O Por lo menos, mis compañeras de viaje han sido bastante majas, y hemos estado hablando durante un buen rato. Una trabaja en Frankfurt y la otra se iba para Los Angeles a trabajar también. Ya sabéis, que eso de la movilidad entre los jóvenes está de moda.


Carmen viajaba conmigo en el mismo vuelo, pero sentados en distintos sitios. Así que al llegar al aeropuerto de Frankfurt, la he esperado donde nos ha dejado el bus, ya que yo iba en el primero y ella en el segundo. Madre mía, un cuarto de hora para ir desde donde nos ha dejado el avión hasta la terminal, como para tener prisa. Una vez que nos hemos encontrado, hemos ido a la puerta, y por supuesto mientras esperábamos nos hemos tomado un capuchino de esos de las máquinas gratuitas. :)

El vuelo Frankfurt-Bergen a trascurrido sin ningún problema ni retraso, así que hemos llegado en hora al aeropuerto. Una vez hemos cogido las maletas, la idea principal era coger el Skyss Bus, ya que aunque haya que hacer trasbordos, lo tenemos pagado y de esta forma nos ahorramos 50NOk.

No nos sabíamos los horarios del bus, así que hemos estado como 30-40 minutos esperando en la parada con la esperanza de que apareciera, pero nada. Al final, nos hemos decidido por coger el Flybussen hasta Lagunen y de ahí el Bybannen hasta Fantoft.




Home Sweet Home. 




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