Hoy ha sido un día raro para todos los
miembros de esta cocina: Yulya, la novia de Mario, se volvía para Rusia. Cogía el avión a las 6 de la mañana. Se han marchado de la
cocina alrededor de las tres en dirección al aeropuerto.
Por supuesto, claro está, todos la
hemos despedido. Las últimas horas después de cenar, las hemos
pasado en la cocina tomando como no, un té. Tiene un viaje de unas
24 horas hasta llegar a casa, entre escalas etc., así que aunque
ayer era el último día que pasaba aquí con nosotros, la despedida
la organizamos el día anterior, osease, el jueves por la noche.
Como siempre, toda la despedida la
organizamos el miércoles por la noche. Entre una cosa y otra,
acabamos a las dos de la mañana de preparar medianamente todo para
el día siguiente. Se nos ocurrió hacer una especie de Gincana por
Fantoft y alrededores, comprar un par de regalitos de recuerdo, y
hacerle un “plof” (Explicaré más adelante lo que es).
Rosa y yo fuimos por la mañana a
Bryggen, a los puestitos que hay por allí, así como a las tiendas
de souvenirs. A nosotros nos tocó tener que comprar un mini-troll,
una pulsera y una taza de recuerdo. Nos recorrimos todos los
puestitos y tiendas, en busca de lo que se conoce como: “bueno,
bonito y barato”. Esta última palabra mejor la olvidamos por
Noruega y la cambiamos por: “bueno, bonito y poco caro”. Así
que, después de analizar precios nos pusimos a ello. La verdad, es
que no nos salieron muy caros los artículos. El precio no lo voy a
poner, que Yulya entiende el español tan bien como el inglés, así que, por si acaso...
La
Ginkana
Nos hemos dividido en distintos puntos
de Fantoft, y cada uno tenía una pista que la llevaba a la siguiente
y un regalito. Hemos compinchado a Mario, aunque la verdad, el no
sabía nada de la ginkana, solo tenía que estar con Yulya a las 8:30
en la habitación.
Le han tocado la puerta, y le han dado
la primera pista. Tenía que ir a otro bloque en busca de la
siguiente, y mientras tanto nosotros hemos tenido tiempo de ir a
nuestros puestos. Allí le han dado también unas zanahorias, que
como es vegetariana, pues para hacer la gracia. ;) De ahí ha tenido
que ir al Meny (un supermercado que está aquí al lado). Allí, ha
tenido que rebuscar entre los congelados, y ha encontrado la pista
claro, y un una figurita de un troll.
Le tocaba ir al postbox ahora. Le hemos
dado la llave de uno de los buzones, y dos pistas, para concretar
algo más la búsqueda, porque si no la pobre puede estar años para
probar la llave en todos los buzones. Una pulserita era el regalo.
Ahora tocaba la última prueba en la
lavandería, que era donde estaba yo. Tenía que cantar tres
canciones que tuviesen la palabra “Friend” en cualquier idioma.
Ha cantado una en inglés, otra en castellano y la última en ruso.
Ahora le tocaba buscar sus últimos regalos: una caja de Earl Grey
Tea (está todo el día tomándolo) y un cartelito de autostop con
todas nuestras firmas y dedicatorias. Mientras tanto, yo me he ido
corriendo para la cocina.
Al llegar a la cocina, tenía un par de
regalillos más:
Y para cenar comimos un “plof”. EL
tradicional, es un arroz con carne, pero al ser vegetariana, pues se
hizo un plof vegetariano, con zanahorias, campiñones, etc. Rico
rico.
Fue una gran noche.
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